Consiste en extraer el aire de la bolsa donde se encuentra el producto que se va a envasar. El objetivo es conservar un producto y protegerlo de la contaminación externa. Para conseguirlo se utilizan unas bolsas especiales denominadas bolsas de vacío. Éstas llevan insertadas unos micro canales que facilitan la salida del aire y además, son resistentes al frío y al calor.
El envasado al vacío garantiza una conservación de los productos alimenticios en excelentes condiciones por más tiempo. Por ello, se pueden envasar al vacío desde embutidos y productos cárnicos, pescado, marisco, fruta, café verdura, frutos secos, entre otros.